La meditación es una herramienta que tiene mucho tiempo, la empleaban diferentes culturas Orientales hace miles de años. En dichas culturas comprendían la importancia de meditar para mantener una conexión con el mundo exterior desde dentro hacia fuera, puesto que esas culturas denominaban al mundo que perciben los sentidos como “El mundo de las ilusiones”. Este nombre se lo otorgaron los sabios y eruditos que se preocupaban por la evolución del pueblo, se dieron cuenta a través de la conciencia adquirida que el mundo de los sentidos es un mundo ilusorio y puede crear una realidad para la persona que lo percibe diferente a la realidad de otra persona que está percibiendo lo mismo. Esto en la cultura Hindú se le conoce como Maya que es como la gran pantalla cósmica de la conciencia.
Los viejos sabios eran conscientes de que si una persona se desconecta de su esencia, se puede perder en las percepciones exteriores y llegaron a la conclusión de que la única forma de mantener la cordura de la conciencia es la meditación, que empleada como punto de anclaje a la esencia del ser nos ayuda a desvelar los secretos de la gran conciencia cósmica que de forma imparable está proyectándose ante los sentidos de la humanidad.
Pero ¿Por qué se dice que son proyecciones irreales y que la verdadera realidad nace desde dentro si cuando alguien sufre es real?
Pues sencillamente sucede esto porque los sabios de la antigüedad llegaron al conocimiento de que el ser humano puede albergar y sentir dentro de él dos tipos de sufrimiento, el que tiene que ver con el cuerpo físico y el que afecta directamente a los estados internos de la mente, las emociones y el corazón. A menudo lo que nos hace sufrir en el cuerpo físico finaliza en un corto periodo de tiempo pero los residuos emocionales de ese sufrimiento nos proyectan a la gran pantalla cósmica que nos aleja de nuestro sentir real, siendo innecesario proyectarse más en dicho sufrimiento.
Los maestros de la antigüedad se dieron cuenta de que la meditación te puede ayudar a desvelar sin duda las nobles verdades que se encuentran en tu alma, es allí donde reside el camino de tu vida y es en él en donde encontrarás la felicidad del ser. A pesar de este maravilloso fin para la meditación, hoy en día se le han encontrado muchos más beneficios que en realidad no son más que consecuencias del primero, la meditación aumenta tu sistema inmunológico porque ayuda a rebajar el nivel de estrés, fomenta la capacidad de la memoria, ayuda a serenar y descansar mejor, te otorga mayor autocontrol sobre tus propias reacciones ante la vida, te ayuda a que aprendas a amarte un poco más dedicándote un tiempo diario para ti, en general la meditación te acerca a la verdad que alberga el corazón.
¿Cuánto tiempo es bueno meditar o cuanto necesito para obtener beneficios?
Eso depende de las intenciones que busques en la meditación, si pretendes descansar mejor y relajar un poco el cuerpo y la mente de forma generalizada entonces debes escucharte a ti mismo e identificar tú cuando es suficiente. Si lo que buscas es identificar tu camino y llegar a poder alcanzar tu propia verdad entonces es que tu alma está implorando tu llamada y dependerá de tu interés y tu disponibilidad. Cada persona es diferente a otra y consecuentemente cada ser tarda un tiempo diferente en poder entrar en silencio interior. Quizás una persona con diez minutos de meditar al día le son suficientes para poder escuchar al corazón y descansar su mente y otra es a los diez minutos de meditar cuando se comienza a calmar. Por eso no hay un tiempo determinado estándar.
¿Qué técnica puedo emplear? ¡Porque lo cierto es que hay tantas que no sé qué elegir!
Puede llegar a haber tantas técnicas diferentes como personas hay en la Tierra, cada ser tiene una manera especial de conectar con su alma y cada persona mantiene un ritmo diferente, si se trata de escuchar la voz del corazón ¿Cómo va a escuchar todo el mundo igual si cada corazón lleva un ritmo diferente?
Es imposible que una persona pueda aportar al mundo una técnica que vaya bien a todo el mundo, por más elevado que sea este maestro, porque cada persona se encuentra en una vibración diferente y en un momento distinto en la evolución álmica, lo cual los lleva a vibrar en frecuencias distintas unas de otras, y es por eso que si una técnica abarca unas determinadas frecuencias otras personas que no se encuentren ni en la evolución ni en la frecuencia de esas técnicas no podrán conectar con esas técnicas. Hay muchísimos tipos de meditación y técnicas diferentes, algunas han resurgido en nuestros tiempos y otras vienen de antaño, pero todas son válidas, solo hay que saber encontrar la adecuada para el alma.
¿Cómo se cuál es la adecuada para mí?
La única forma de saber identificar cual es la mejor es probar, si la técnica te hace sentir algo especial y te engancha entonces es que has dado con lo que te va bien, mientras que si te cuesta muchísimo y no logras disfrutarla habiendo probado un tiempo entonces es que no es tu momento para esa técnica, aunque eso no es ni bueno ni malo, ni tampoco te encuentras en un nivel evolutivo inferior por ello, simplemente estás en un momento que necesitas una frecuencia diferente. De hecho puede haber dos seres en momentos evolutivos similares pero necesitar técnicas diferentes, así que no encontrar aparentemente tu técnica que no sea tu preocupación, disfruta del camino de la búsqueda y aprende todo lo que puedas, recuerda que sufrir por no encontrar ese camino es una ilusión de Maya.
En el centro Terra i Aire todos los viernes hacemos meditaciones por las mañanas y por las tardes, son de una hora de duración y en ellas empleamos diferentes técnicas. Te invito a que vengas a probar una clase y puedas comprobar si es lo que necesitas en este momento o si por el contrario necesitas otra cosa, pero recuerda que eso no significa que no estás preparado/a para meditar, tan solo es un indicativo de que tu corazón pulsa para que encuentres tu camino, el probar con la intención de buscar indica que has comenzado a ir hacia él.
